¡También en Twitter!

Sígueme también en mi Twitter: @Al_Buche

miércoles, 23 de mayo de 2012

Si te aburre lo de siempre... !revuélvelo!

¡Hola a todos!

Ya estamos aquí para presentaros la receta de la semana. Más que una receta, quiero enfocar esta entrada a una de las muchas posibilidades que tenemos de cambiarle la cara a una comida cuando estamos hartos de lo mismo, con tan solo un par de ingredientes más: huevo y ajo.

Muchas veces, el cocinar todo lo que comemos a la plancha puede resultar muy socorrido, rápido y limpio. Pero a la larga aburre.

Hace un par de semanas tenía marrajo en el frigorífico, que está bastante rico hecho con un chorrito de aceite  en la sartén durante unos minutos. Pero tras un rato dándole vueltas a que la mayoría de las veces me alimento de cosas cocinadas así, se me ocurrió la idea del revuelto.

Tiene muchas ventajas. Además de convertir nuestra comida a la plancha en algo más completo, no necesitaremos de un excesivo esfuerzo en comparación al hacerlo sin nada.

Me imagino que todo el mundo sabrá hacer un revuelto, a grosso modo, pero mi intención es mostrar que puede ser solución para cambiarle la cara a un plato totalmente, siendo casi lo mismo.


Voy a explicar el que yo hice con dados de marrajo, pero donde digo marrajo vale casi cualquier cosa. Los ingredientes son:
  • Un filete de marrajo (o cualquier otra cosa que nos guste)
  • Un huevo (dos si nos apetece más)
  • De 2 a 3 dientes de ajo.
  • Perejil
  • Aceite de oliva
  • Sal
Empezamos cortando el marrajo en dados de un centímetro cuadrado aproximadamente, y los ajos en láminas finas (o picado si preferimos). Batimos un huevo y añadimos una pizca de sal.
Ponemos la sarten con un chorrito de aceite que casi llegue a cubrir el fondo a fuego medio, y añadimos los ajos.
Cuando cojan un poco de color, añadimos los dados de marrajo  y vamos agitando la sarten para que se vayan dorando homogéneamente. Añadimos una pizca de sal. Moviendo de vez en cuando, esperamos de 3 a 5 minutos.
Pasamos a echar el huevo, siempre sin pasarnos de temperatura, manteniendo a fuego medio. Dejamos cuajar un poco en el fondo de la sartén, y con ayuda de una pala de madera vamos despegándolo y mezclándolo con los otros ingredientes. Añadimos un poco de perejil fresco picado si tenemos, si no, pues de bote, y seguimos moviendo.
Cuando el huevo esté convenientemente cocinado servimos y a comer. Aquí está el resultado:



Bueno, hasta aquí la receta de esta semana. Perdonad el tiempo que tardo, pero ahora, ¡los estudios son lo primero! jeje.

Ya tengo pensada cuál será la siguiente,que tengo fotos y todo. Mientras, espero que esta os guste, que no es ya por la receta, sino por hacer que una comida sea un poco diferente sin mucho trabajo.

¡¡Feliz semana y saludos!!

miércoles, 16 de mayo de 2012

Arroz con virutas de chorizo y ajo

¡Buenas a todos!

Tras una feria intensa, ya era hora de que colgara una nueva receta. Una feria que, además degustar vinos y comidas típicas varias, me ha permitido adquirir un cacharrito para cocinar muy curioso, llamado Prinzessin der Küche, para cortar, decorar, rallar, pelar..., que es como un puñetero Transformer de los de los dibujos animados... ¡hace casi de todo, jajaja! Lo único malo es que, cuando lo tienes en mano, da sensación de que es algo endeble.

Estos días, he puesto el artilugio un poco a prueba, a ver si es tan útil a la hora de ahorrar tiempo y no ensuciar demasiado, tal y como comentaba en feriante del puesto. Y la verdad, aún sin sacarle ni la mitad de su potencial, la verdad es que me ha sido de ayuda tenerlo.

Hoy lo he sometido a una prueba de esfuerzo. No tenía claro qué almorzar, pero de hace unos días me ha apetecido hacerme arroz con chorizo, pero siempre me ha dado pereza tener que ponerme a cortar el chorizo en taquitos y tal... Pues se me ocurrió, directamente, rallar la barra de chorizo (ibérico, compacto, del grosor de un bote de especias cilíndrico típico) sobre el aparato. He tenido que poner empeño, pero el trasto ha aguantado, ha pasado la prueba satisfactoriamente.


Ya que estamos, paso a comentaros qué tiene esta receta y cómo la he hecho:
  • Arroz normal del de toda la vida (dos puñados generosos por persona)
  • 4 dientes de ajo
  • Chorizo (del que tengamos a mano o prefiramos)
  • 1 pastilla de caldo de carne
  • Sal
  • Aceite de oliva
Yo he usado el wok para toda la receta, pero en este primer paso nos vale con poner una olla mediana con agua a hervir, junto con la pastilla de caldo y los cuatro dientes de ajo, sal de forma generosa, a fuego fuerte.
Cuando veamos que hierve y la pastilla se haya deshecho, añadimos el arroz. Unos 10-15 min. es aproximadamente lo que tardará en estar en su punto. A mí me cuesta bastante controlarlo, así que sobre los 12 minutos voy probando a ver qué tal va.
Mientras el arroz se cuece, podemos ir picando el chorizo. Se puede picar con cuchillo, con el trasto que yo he usado, y, posiblemente la opción más rápida y sencilla, con una picadora de carne de estas eléctricas con cuchilla.
Con el arroz en su punto, retiramos los ajos a un platito, y lo escurrimos (yo he usado un escurridor de pasta con cuidado de que no se fuera demasiado arroz) hasta que quede que no gotee.
En este paso, yo le he dado un limpiado rápido al wok (para mí, un utensilio la mar de útil, ya os habréis dado cuenta... jajaja) pero podéis usar una sartén que no se pegue. Con ayuda de un tenedor, aplastamos los ajos que nos parezcan, que se desharán tremendamente fácil. Ponemos un poco de aceite a fuego medio-bajo (4 de 9) a calentar, y, del tirón, echamos los ajos, que deben tener aspecto como de masilla. Movemos con ayuda de una cucharilla de palo.
Damos vueltas un par de minutos a la masilla de ajo y agregamos el chorizo, y una pizca de pimienta si nos apetece. Salteamos todo durante unos 5 minutos, hasta que veamos que el chorizo se vuelve un poco más oscuro y suelta la grasa.
En ese instante, echamos el arroz y salteamos otros 5 minutos, moviendo bien  con el cucharón para que quede suelto y todo se impregne del sabor. Y obtendremos, aproximadamente, este resultado:



Resumiendo un poco el plato de hoy, son ingredientes que todo el mundo tiene en casa, además es medio rapidito de hacer, y una forma muy buena de variar el típico arroz blanco que muchos nos hacemos junto con algo más. Muy aconsejable para esos estudiantes que suelen gastarse poco dinero y que compran comidas muy básicas.

Cambiando de tema, para cerrar, la receta de hoy, ahora empieza la época de estudio duro, y posiblemente siga esta progresión aritmética temporal, más o menos lo que he hecho estos últimos días, una por semana. Mucho ánimo desde aquí a los estudiantes, y, también, a todas esas personas que están sufriendo la masacre que se vive por la crisis económica, mucha fuerza, ¡de verdad!

Espero ir bien de tiempo de estudio y volver a pasarme pronto por aquí para seguir aportando.
¡Que tengáis una buena continuación de la semana!

lunes, 7 de mayo de 2012

Una de vegetales: Berenjenas rebozadas con salmorejo

Hola a todos de nuevo.

Perdonad el abandono, pero la semana pasada estuve fuera de casa unos días, y no me ha dado tiempo a cocinar demasiadas cosas para poder hacerle foto, como me gusta hacer, para ilustrar el resultado de la receta. Estos días, si la feria me lo permite, iré subiendo las que he hecho estos días.

Hoy voy a colgar una inusual en mi, puesto que no soy muy fan de la "verdurita", pero este plato sí que me gusta, es más, ¡está bastante rico! Se trata de berenjenas rebozadas acompañadas de un cuenco con salmorejo, para bañarlas y después engullirlas. Creo que no está de más comentar que es un plato muy de mi zona, ya lo he visto en varios bares y restaurantes de Jerez.


Es muy sencilla. Lo único que necesita cocción (freír, en este caso) son los palitos de berenjena empanados. He usado en esta receta los siguientes ingredientes:

  • Una berenjena grande
  • 2 tomates grandes maduros
  • 2 dientes de ajo
  • Aceite de oliva
  • Pan rallado
  • 2 huevos
  • Sal
  • Aceite para freír (yo uso de girasol, porque me da pena freír en oliva porque es muy caro y al poco hay que desecharlo)

Voy a empezar con el salmorejo, que es bueno hacerlo un poquito antes para que se mezcle bien el tomate y el sabor del ajo. 
Le quitamos la piel y el rabito al tomate (yo uso un "pelapapas", así apuro y conservo más carne). Lo cortamos en trozos, sin importar demasiado el tamaño, y lo introducimos en un recipiente de tipo vaso alto, apto para batidoras. Quien prefiera retirar las pepitas puede hacerlo, pero a mí me dan igual. 
Pelamos los dos ajos, los cortamos en láminas y los echamos con los tomates, junto con un chorro bastante generoso de aceite de oliva (del mejor que tengamos, porque al ser en una sopa en crudo va a ser una parte importante del sabor) y un par de pizcas o tres de sal, según prefiramos. 
Le pasamos la batidora todo el tiempo que podamos, porque como sale bien este plato es con una textura sin grumos. Además, es importante que los ingredientes queden mezclados de una forma homogénea, para que el sabor también lo sea. Si queda con una textura muy fina se podrá consumir así directamente, aunque, si apetece, podemos tamizar el salmorejo con un colador o un tamiz de cocina. Y ya tendremos lista esta parte de la receta. 
Ahora, vamos al lío con las berenjenas. Yo les he quitado la piel, pero no lo considero necesario. Me he ayudado de nuevo del "pelapapas". 
Como mi freidora es un poco "de juguete" (bastante pequeña), he cortado la berenjena por la mitad, y he hecho palitos con forma prismática rectangular del tamaño de un dedo. Pasamos por el huevo batido, al que le añadiremos sal, y después por el pan rallado. 
Para esto último, yo uso, para aligerar, un par de tuppers, uno con el huevo y otro con el pan rallado, y echo primero todos los palitos de berenjena a empanar en el que contiene el huevo, lo cierro y agito hasta que todos se impregnan completamente, y después paso al pan rallado haciendo exactamente lo mismo, así empano todos de una tacada. Es un truco que nos ahorra mucho tiempo, que ensucia muy poco, y que nos vale para cualquier comida que queramos empanar. 
Calentamos el aceite en la freidora o en una sartén mediana, hasta que adquiera bastante temperatura, pero sin llegar a humear. Introducimos los palitos empanados, y los dejamos hasta que se doren pero sin quemarse. 
Servimos los palitos en un plato con un cuenco con el salmorejo, para mojar o echarse al gusto con ayuda de una cuchara. Aquí vemos el resultado:



Espero que os guste esta receta, además, no os podéis quejar, porque no tiene nada de carne. Podemos hasta sustituir el huevo del rebozado por otro ingrediente que no sea de origen animal y que nos sirva como aglutinante para convertirla en una receta totalmente vegana.

Esta semana no sé si pondré alguna cosa nueva más, que es feria y hay que aprovechar. De todas formas, tengo 3 o 4 fotos de recetas que he hecho últimamente, así que, salvando la feria, tengo más material para continuar engrosando mis entradas.

Me despido, pero no sin antes pediros que paséis una buena Feria del Caballo de Jerez los que podáis disfrutarla.

¡Saludos a todos!